La cabecera municipal, que lleva también el nombre de Hidalgo cuenta con innumerables atractivos turísticos en su entorno y dentro de la misma ciudad, donde el espíritu religioso y anhelo de comunicarse con el altísimo se plasma en el convento y templo anexo dedicado a San José, el cual tiene una sobria construcción de estilo toscano con su media torre y minaretes agregados, que guarda celosamente una gran taza monolítica de piedra volcánica, de una sola pieza, que pesa casi 6 toneladas la que alguna vez sirvió de fuente pública, después como pila bautismal y protagonista de ingenio y estrategia de los ejércitos purépechas.

Una estela con relieves que actualmente es utilizada como lavamanos del bautisterio y que señalaba el cruce de cuatro caminos importantes y una cruz atrial elaborada también por manos indígenas: Ximanchue, que al reverberar el sol en su disco de obsidiana refleja también la dualidad de Tezcatlipoca el Dios indígena y Jesucristo el Dios Cristiano, asi como el sincretismo cultural de dos razas y un órgano monumental cuyos ecos resuenan en la majestuosa nave durante las grandes celebraciones.

A pocos metros de este sacro edificio, se yerguen los contrafuertes que sostienen la construcción del Santuario de la Inmaculada Concepción o Virgen del Hospital por ser ahí donde funcionó el primer hospital para indígenas y que en la actualidad funge como el “Asilo de Ancianos San Vicente”.

Dignos de mencionar son el Templo de “San Juan Bautista” o “ San Juanico” y un gran número de capillas, entre las que destacan el “Sagrado Corazón” de “Guadalupe”, siendo la más antigua de ellas la dedicada a la advocación de la “La Virgen del Rosario“ y construida en 1895 a la par que la desafortunadamente desaparecida aunque famosa internacionalmente Fabrica de Hilados y Tejidos la “Virgen”.

El “Perpetuo Socorro” cuya arquitectura osada y modernista contrasta en su estilo contemporáneo, con las austeras y tradicionales construcciones religiosas. No excluiremos tampoco la hermosa edificación del Palacio Municipal y los portales que datan del año de 1895 y que rodean dándole un sabor provinciano a la jardinada Plaza Hidalgo, en cuyo centro y presidiendo el Hemiciclo del mismo nombre campea a la estatua de nuestro máximo liberador, el insigne Miguel Hidalgo. A 8 Km de la ciudad y sobre una desviación descendente hacia el rio Grande o Taximaroa, existen las singulares Grutas de Tziranda con vericuetos subterráneos cubiertos de estalactitas, fósiles y formaciones calcáreas, además de que es la única gruta en México con más de 17 especies de murciélagos.

A escasos 2 Kilómetros de nuestra cabecera municipal se encuentra la comunidad denominada “Rincón de Dolores” porque su pequeño y sencillo, aunque hermoso templo, está dedicado a la Virgen Madre del mismo nombre, a cuyos pies van a postrarse sus fieles todos los “Viernes de Cuaresma”, atraídos

también por sus frescas huertas de duraznos, granadas y peras, los “Gabanes” de lana que alguna familia todavía fabrica con el primitivo telar y la fiesta que culmina el viernes de Dolores, en la que los penitentes calman su sed y hambre con las aguas frescas, “el pan de rancho”, las “semitas”, los “tamales” y las “corundas”.

Al suroeste esta el llamado “Corredor Turístico” que enlaza tres Lagunas artificiales “Pucuato”, “Sabaneta”, “Mata de pinos”; con una carretera pavimentada y a cuyos márgenes hay restaurantes donde se saborea la famosa “Trucha Arco Iris”, dicha experiencia es acompañada de tres zafiros líquidos cuyo tranquilo y relevante azul se confunde con el del cielo que se refleja en sus trasparentes aguas.

Es obligado para el turista el dirigirse al enorme y bello complejo de “Los Azufres”, así como visitar al poblado de “San Matías el Grande”, cuyo centro alfarero donde la mayoría de su población indígena elabora diariamente 2,000 macetas y artesanías de barro y muestra con orgullo su templo y dos cruces atriales que datan de los siglos XVI y XVll.

Visitar el Municipio de Hidalgo y su ciudad cabecera la Antigua Taximaroa, hoy moderna y progresista Ciudad Hidalgo, es entrar en contacto íntimo con las maravillas naturales y las obras hechas por el hombre, es encontrarse cara a cara con el esfuerzo, cariño y trabajo de sus moradores que día a día forjan su destino en esta maravillosa tierra que asemeja una esmeralda tallada sobre el corazón de nuestro altivo orgulloso y nunca conquistado reino Purépecha, nuestra hermoso, bellísimo y eternamente “Lindo Michoacán”.